Miel:
La miel es un humectante natural, lo que significa que atrae y retiene la humedad en el cabello, manteniéndolo hidratado y brillante. Sus propiedades antimicrobianas ayudan a mantener un cuero cabelludo saludable, mientras que sus ricos nutrientes nutren el cabello, promoviendo suavidad y reduciendo la rotura.
Manteca de Karité:
La manteca de karité es un ingrediente altamente hidratante que calma el cuero cabelludo y proporciona una hidratación profunda al cabello seco y quebradizo. Contiene vitaminas A y E, que protegen el cabello de los daños ambientales y mejoran su salud y textura general.
Aloe Vera:
El aloe vera calma el cuero cabelludo, reduce la caspa y promueve el crecimiento saludable del cabello con sus propiedades antiinflamatorias e hidratantes. Contiene enzimas que reparan las células muertas de la piel en el cuero cabelludo y proporciona un efecto acondicionador que deja el cabello suave y brillante.
Aceite de Argán:
El aceite de argán es rico en ácidos grasos esenciales, antioxidantes y vitamina E, que nutren e hidratan el cabello. Ayuda a reparar los daños, domar el frizz y añadir un brillo saludable, haciendo que el cabello sea más suave y manejable.
Pantenol (Provitamina B5):
El pantenol penetra en el tallo del cabello para proporcionar una hidratación profunda y mejorar la elasticidad del cabello, reduciendo la rotura. Cubre el cabello con una fina película, añadiendo volumen y brillo, y ayuda a reparar los daños al retener la humedad.
Colágeno:
El colágeno fortalece y mejora la elasticidad del cabello, reduciendo la rotura y las puntas abiertas. Ayuda a retener la humedad, manteniendo el cabello hidratado y dándole una apariencia más saludable y brillante.
Biotina:
La biotina, también conocida como vitamina B7, apoya la producción de queratina, lo que fortalece el cabello y promueve su crecimiento. Ayuda a mejorar el grosor del cabello, reduce la caída y fomenta un cabello saludable y resistente.